LA NUTRICIÓN EN EL EMBARAZO

La comida básica de una mujer embarazada debe ser simple, pura y fácil de digerir.

El embarazo es un tiempo de muchos cambios y ajustes para tu cuerpo, que sigue realizando sus funciones naturales mientras provee de energías sutiles y físicas al bebé que está creciendo en tu interior. Comer por dos no significa solamente que debas incrementar la cantidad de comida, lo más importante es en realidad la calidad de los alimentos que ingieras. Es esencial que te alimentes bien.

Comienza por la preparación de los alimentos, haz que sea todo un arte. Desde los ingredientes, el proceso de elaboración, hasta la combinación y presentación de los alimentos son muy importantes para el mantenimiento de una buena salud y la satisfacción profunda del alma. Prepara tu comida conscientemente, añadiéndole vibraciones de amor y cuidado que elevan tus actitudes y estado mental. Esto puede ser muy sanador para ti y tu familia. Prueba a cantar o respirar profundo mientras cocinas y observa si notas alguna diferencia. 

Cultiva el hábito de sentarte a comer en compañía de tu familia. Como buenos mediterráneos no debemos perder esa costumbre, hoy día los científicos nos dicen también algo al repecto: cuando nos sentamos a comer en compañía, nos miramos a los ojos y esto estimula la segregación de la hormona del amor, la oxitocina, la misma hormona que producimos durante las contracciones del parto. Esta hormona es la responsable de esa sensación de "estar enamorado" que incluso cultiva una madre hacia su hijo. Así que coge  una silla y siéntate a comer con tu pareja e hijos, si los tienes. 

Dónde haces las compras y lo que compras también tiene un impacto sobre lo que comes. Haz tu lista de la compra en casa para evitar comprar cosas "extra" y haz las compra en lugares que te inspiren a comer y a preparar los alimentos de forma saludable. 

Aventúrate un poco a expandir tus conocimientos sobre la comida saludable y la consciencia de la salud, acuérdate que tu hijo aprende sus hábitos alimenticios de ti.

Tu dieta le da forma al cuerpo de tu bebé, así que come sabiamente.

Las verduras y frutas orgánicas te darán el valor nutricional más alto. De ser posible, cultiva tus propios alimentos, hay un huerto por ahí esperando ser amado y atendido. También puedes inscribirte a una cooperativa de comida local, así te costará menos.

Recuerda que es importante no cambiar tu dieta drásticamente durante el embarazo, te recomiendo consultar con tu profesional de salud antes de integrar cualquier cambio o ajuste nutricional. La fluctuación hormonal, la influencia sutil de tu hijo/a y el despertar de tu propia consciencia sobre la salud pueden inspirarte a ser más consciente en tus hábitos alimenticios. Investigaciones médicas recientes ponen de manifiesto que la comida y bebida que la madre ingiere, así como los contaminantes de su ambiente se transmiten rápidamente al bebé a través de la placenta. 

Estos son los básicos a seguir para una alimentación saludable durante el embarazo:

• Elimina la comida chatarra. El azúcar y las grasas son la causa principal del incremento de peso y la mala salud.
• Siéntate a comer comidas saludables y equilibradas con horarios de comida regulares. Escoge tus alimentos sabiamente y vuélvete más consciente en su elaboración.  
• Haz las compras con consciencia, elige comida fresca y con prana ( energía ) preferiblemente orgánica.
• Come de 4 a 6 comidas pequeñas todos los días. Se recomienda a las futuras mamás comer algo cada dos horas, preferiblemente proteína y una verdura o fruta, aunque sí lo único que en un momento determinado puedes ingerir es un poco de pasta y nada más, está perfecto. No te obsesiones con los "debería hacer esto y no aquello". Tu bebé ya tiene lo que necesita, que es tu cuerpo.
• Bebe unos 12 vasos de agua al día. Puedes añadirle una rodaja de limón a tu agua para evitar la deshidratación.
• Tomar dos licuados de fruta o verdura fresca al día es altamente recomendable, evitando la mezcla de fruta con verduras.
• Evita productos y entornos tóxicos como cuartos recién pintados, gases de gasolina, químicos de limpieza, tintes de cabello, etc. 
• Pregunta a tu profesional de salud sobre tu programa de suplementos. 

Adquiere el compromiso de no salir de casa sin una bolsita de  "picoteo saludable"- nada de azúcar blanco ni harinas refinadas-. Prueba con frutos secos naturales (nueces, almendras), pasas, fruta fresca, crakers o soja. Asegúrate de llevar suficiente proteína! Hazte con una bolsita de tela o cajita que sea especial para ti donde llevar tu "picoteo" y no olvides una botella de agua que puedas rellenar fácilmente para mantenerte hidratada. 

Como consejo yoguico, se recomienda caminar al aire libre todos los días por ser un excelente fortificador del sistema nervioso. Permite que tus brazos se muevan alternadamente mientras caminas. Práctica Charan Jaap o BreathWalk. 

http://www.comunidadkundalini.com/inspiraciones/meditacion/meditacion-para-hacer-mientras-caminas/

ADIOS A LAS NAUSEAS 

Camina durante media hora mientras presionas los pulgares de cada mano con cada uno de los dedos en el siguiente orden:

• Pulgar con el dedo indice, gyan mudra, para el conocimiento.
• Pulgar con el dedo medio, shuni mudra, para la sabiduría, la inteligencia y la paciencia.
• Pulgar con el dedo anular, surya mudra, para la vitalidad.
• Pulgar con el dedo menique, buddhi mudra, para la habilidad de la buena comunicación.

Verbal o mentalmente canta en un ritmo monótono las silabas Sa-Ta_Na_Ma, una silaba con la presión de cada dedo. Continua, empezando cada ronda con el dedo indice y terminando en el meñique. Si te ayuda, hazlo cada día. 

Caminar equilibra el cerebro, las hormonas, el sistema linfático y el sistema nervioso. Camina con una amiga y si es posible con tu pareja. Nuestro consejo yóguico son unos 7-8 kilómetros al día a un ritmo estable y cómodo, pero eso lo debes determinar tu misma. Si tras finalizar tu caminata te sientes exhausta y necesitas dos horas de siesta para recuperarte, deberías reconsideralo. Estas durmiendo bien durante toda la noche y te mantienes hidratada? Si es asi pero todavía te sientes exhausta después del ejercicio, entoces es que estas excediendo tus limites. Suavizalo! Se observadora y valora como lo haces. Especialmente si tienes una personalidad "tipo A".